Iglesia/organización religiosa De Coobesa 200m. Oeste, 50m. Sur Y 50m. Este, San Rafael, Alajuela, Costa Rica
Nuestro Trabajo es Creer
Consigna es GANAR
Declaración de la Visión
Nuestra visión surge del entendimiento de lo que Dios se propone hacer por y a través de su iglesia. La Gran Comisión sigue siendo nuestro mandato de Cristo.
La iglesia de Dios deberá ser:
1. Un movimiento comprometido con la autoridad de las Santas Escrituras en cuanto a fe y dirección.
2. Una comunidad fraternal cuya adoración atraiga el poder de Dios a la vida de la iglesia y extienda dicho poder a través de las vidas de los creyentes en el diario vivir.
3. Un cuerpo dirigido por el Espíritu, entendiendo plenamente que el bautismo con el Espíritu Santo es tanto una bendición personal como una capacitación de poder para el testimonio y servicio en el cumplimiento de la Gran Comisión.
4. Un pueblo con hambre de Dios, que experimente la presencia de Dios y se maraville de su santidad que cambia las vidas de los creyentes en conformidad con Cristo.
5. Una iglesia neotestamentaria que se enfoque en la congregación local, en donde el pastor alimente y guie a todos los miembros a ejercer los dones espirituales en el ministerio.
6. Una iglesia que ame a todas las personas y se oponga a cualquier acción o política que discrimine a cualquier grupo o individuo debido a raza, color o nacionalidad.
7. Un movimiento que muestre amor y preocupación por el dolor y la soledad de los que no son salvos, mediante ministerios dinámicos de evangelización, discipulado y nutrimento espiritual.
8. Una iglesia Cristo céntrica, orientada hacia las personas y sensible a las necesidades en todos sus programas y ministerios.
9. Un movimiento que promueva políticas y ministerios que reflejen un esfuerzo sincero de ser pertinente en cada generación.
miércoles, 4 de marzo de 2015
"¿Qué significa que Dios es amor?"
¿Qué significa que Dios es amor? Primero veamos cómo la Biblia, La Palabra de Dios, describe “el amor” y después veremos algunos ejemplos que se aplican a Dios. “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no es indecoroso, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser.” (1 Corintios 13:4-8ª)
Esta es la descripción que Dios hace del amor. Así es como es Dios, y los cristianos tienen que hacer de éste su meta (aunque siempre en proceso). La más grande expresión del amor de Dios nos es comunicada en Juan 3:16 y Romanos 5:8 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Podemos ver por estos versos que el deseo más grande de Dios es que nos unamos con Él en Su hogar eterno, el cielo. Él hizo posible este camino, pagando el precio por nuestros pecados. Él nos ama, porque así lo decidió como un acto de Su voluntad. “Mi corazón se conmueve dentro de mí, se inflama toda mi compasión.” (Oseas 11:8b). El amor perdona. “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” (1 Juan 1:9)
El amor (Dios) no se impone a nadie. Aquellos que vienen a Él lo hacen en respuesta del llamamiento de Su amor. El amor (Dios) muestra bondad hacia todos. El amor (Jesús) prodigó el bien a todos, sin parcialidad. El amor (Jesús) nunca codició lo que otros tenían, viviendo una vida humilde sin quejarse. El amor (Jesús) nunca se jactó de quién era en la carne, aunque Él podía dominar fácilmente a cualquiera que entrara en contacto con Él. El amor (Dios) no demanda obediencia. Dios no demandaba obediencia de Su Hijo, sino más bien, Jesús obedecía gustosamente a Su Padre celestial. “Mas para que el mundo conozca que amo al Padre y como el Padre me mandó, así hago.” (Juan 14:31). El amor (Jesús) estuvo y está siempre viendo por los intereses de otros.
Esta breve descripción del amor, revela una vida sin egoísmo, en contraste con la vida egoísta del hombre natural. Asombrosamente, Dios ha otorgado a aquellos que reciben a Su Hijo Jesucristo como su Salvador personal del pecado, la habilidad de amar como Él lo hace, a través del poder del Espíritu Santo (ver Juan 1:12; 1 Juan 3:1, 23, 24). ¡Qué privilegio y desafío tenemos!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario