Nuestro Trabajo es Creer

Nuestro Trabajo es Creer
Consigna es GANAR

Declaración de la Visión

Nuestra visión surge del entendimiento de lo que Dios se propone hacer por y a través de su iglesia. La Gran Comisión sigue siendo nuestro mandato de Cristo.

La iglesia de Dios deberá ser:

1. Un movimiento comprometido con la autoridad de las Santas Escrituras en cuanto a fe y dirección.

2. Una comunidad fraternal cuya adoración atraiga el poder de Dios a la vida de la iglesia y extienda dicho poder a través de las vidas de los creyentes en el diario vivir.

3. Un cuerpo dirigido por el Espíritu, entendiendo plenamente que el bautismo con el Espíritu Santo es tanto una bendición personal como una capacitación de poder para el testimonio y servicio en el cumplimiento de la Gran Comisión.

4. Un pueblo con hambre de Dios, que experimente la presencia de Dios y se maraville de su santidad que cambia las vidas de los creyentes en conformidad con Cristo.

5. Una iglesia neotestamentaria que se enfoque en la congregación local, en donde el pastor alimente y guie a todos los miembros a ejercer los dones espirituales en el ministerio.

6. Una iglesia que ame a todas las personas y se oponga a cualquier acción o política que discrimine a cualquier grupo o individuo debido a raza, color o nacionalidad.

7. Un movimiento que muestre amor y preocupación por el dolor y la soledad de los que no son salvos, mediante ministerios dinámicos de evangelización, discipulado y nutrimento espiritual.

8. Una iglesia Cristo céntrica, orientada hacia las personas y sensible a las necesidades en todos sus programas y ministerios.

9. Un movimiento que promueva políticas y ministerios que reflejen un esfuerzo sincero de ser pertinente en cada generación.

miércoles, 4 de marzo de 2015

El que se Cree Jesucristo termina Crucificado "No te metas a redentor"



Había una vez un criador de caballos al que le faltaba uno de una determinada raza.
Un día se dio cuenta que su vecino tenía éste caballo y lo convenció para que se lo vendiera.
Un mes después el caballo enfermó y llamó al veterinario que le dijo:
- “Su caballo está con un virus y es necesario que tome este medicamento por tres días consecutivos. Después de los tres días veremos si ha mejorado, si no lo ha hecho no nos quedará mas remedio que sacrificarlo”.

En ese mismo momento un cerdo escuchaba la conversación.
Al siguiente día le dieron el medicamento al caballo y se fueron, el cerdo se le acercó y le dijo
- “Fuerza amigo caballo! Levántate de ahí, sino vas a ser sacrificado!!!”.
Al segundo día le dieron nuevamente el medicamento y se fueron.

El cerdo se acercó y le dijo:
- “Vamos mi gran amigo! Levántate. Si no vas a morir, vamos yo te ayudo !!”.
Al tercer día le dieron el medicamento y el veterinario dijo:
- “Probablemente vamos a tener que sacrificarlo mañana porque puede contagiarle el virus a los demás caballos”.
Cuando se fueron el cerdo se acercó y le dijo:
- “Vamos amigo: es ahora o nunca”!!! Ánimo…fuerza…Yo te ayudo… vamos…un, dos, tres… despacio… ya casi… eso… eso… ahora corre despacio… más rápido… fantástico… corre… corre… Venciste campeón!!…”
En eso llega el dueño del caballo y ve al caballo corriendo y dice:
- “Milagro !! el caballo se ha curado… hay que hacer una fiesta!!… ¡¡vamos a matar al cerdo para celebrarlo!!
Moraleja
Eso sucede con frecuencia en el ambiente de trabajo, pocas veces se percibe quién es el que realmente tiene los méritos por el éxito.

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